La comunidad es protagonista de su propio crecimiento, aprovechando la potencialidad de sus propios desechos un día ignorados, hoy son aprovechados y ocupados para educar en comunidad, porque el apoyo es necesario para el crecimiento de todos y que incluso aquello que fue desechado un día, si aprendemos a valorarlo puede cambiar la vida de todos. Con estos simples pasos:
Recolección de desechos -> Venta y reutilización de materiales (artesanía ecológica, venta a empresas de reutilización, aprovechamiento de basura orgánica) -> re-inversión del capital antes desechado en talleres que ayuden al desarrollo de la comunidad según su realidad y necesidades -> Una comunidad que crece en conjunto.