En los barrios de la ciudad de Quito existen perros callejeros que se acercan a las fundas con basura y comienzan a romperlas para obtener la comida, creando así un completo desastre ya que destrozan la funda y los desechos quedan esparcidos por toda la calle. El espectáculo que esta acción representa constituye una molestia y es muy desagradable para todas las personas que transita por las calles; además, se convierte en una fuente de insalubridad y foco de algunas enfermedades. También es un problema para el personal municipal que recoge la basura. Nuestra propuesta es la funda de basura "Repel-Wow" que, al tener un dispositivo que permite repeler a los perros a partir de un olor fuerte, impide el acercamiento y rompimiento de las fundas, generando así un bienestar y orden para la ciudadanía