No alcanzó a pasar mucho tiempo cuando una amiga la invita a vender ropa a la feria. Aunque nunca lo había hecho y le daba muchísima vergüenza, decidió dejar los miedos atrás y comenzó un nuevo desafío. Sacó la ropa de guagua de su hija, la lavó, planchó y se la llevó a la feria. Le fue tan bien que decidió volver, por lo que juntó 30 mil pesos y compró más mercadería, pero no era suficiente. Se destaca por ser una mujer esforzada y luchadora, nunca ha dejado de pensar en el futuro y cumple todo lo que se propone, siempre quiere aprender y demuestra día a día que el que quiere, puede