Inspirado en el ñanduti, representativo de lo que nos hace únicos y distintos al resto del mundo, imprescindible en nuestra cultura. Son obras como el ñanduti, que deberían ser expuestas al mundo entero. Diseñado con muchos fragmentos coloridos, expresa el cuidado de detalles que los paraguayos poseemos. A pesar de que el tejido no tiene origen indígena, se ha convertido en parte de la cultura nacional luego de tantos años de práctica, destreza y creatividad. Se demuestra la habilidad que tenemos para re-crear algo que ya existe, con un toque que solo los paraguayos podrían darle y que lo hace mil veces mejor. Los colores en el diseño, representan la riqueza de la naturaleza. Somos un pueblo colorido, vivo y juvenil. Las flores dentro del diseño, representan la flora, la naturaleza y la fertilidad. En el centro, unas figuras representativas de cada departamento, que hacen cada ciudad única. Lo llenamos de lugares que conocemos y son parte de lo que llamamos hogar.