La digestión anaerobia de residuos sólidos orgánicos ha sido por décadas usada exclusivamente por grandes empresas o industriales. La propuesta es "democratizar" su uso, a través del desarrollo de equipos que puedan ser instalados en los hogares, o centros comunitarios, permitiendo la eliminación de residuos orgánicos y la generación de biogas, para su uso en cocina, calefacción o iluminación. De esta manera, se valorizan los residuos, se disminuyen los costos de eliminación (transporte y disposición), se disminuye el uso de energías fósiles y se beneficia a cada cliente con energía limpia y renovable.