En el sector rural mexicano las mujeres son triplemente discriminadas: por tener bajos recursos, ser indígenas y por su condición de género. En el campo el 29% de la mano de obra es femenina, pero un alto porcentaje no recibe un ingreso económico por sus actividades, lo que limita lograr su independencia económica ysocial y le impide mejorar su calidad de vida y la de sus familias. A través del proyecto se promueve el empoderamiento económico y social de 27 mujeres rurales de escasos recursos; ellas han aperturado una línea de textiles tradicionales mayas que comercilizan y que les permite generar ingresos; además de contribuir a la mejora de las condiciones de salud y nutrición familiar con la impartición de conocimientos específicos y seguimiento puntual para beneficio de ellas y de sus hijos.